Uno de
los problemas que se plantea con más frecuencia es la avería de un termo
eléctrico, esta puede deberse a diversas razones, como una perforación del
calderín, calcificación de la resistencia y del ánodo, etc.
Después
del disgusto inicial llega el momento de
ponernos en funcionamiento para solucionar el problema y responder a la
siguiente pregunta:
¿Qué termo compramos y la capacidad del mismo?
Determinaremos
las necesidades de nuestro hogar, principalmente en base al número de personas
que habitan en el mismo y su consumo medio de agua:
LA TABLA MÁS HABITUAL a tener en cuenta
Es muy
importante dimensionar bien el termo para no incurrir en un gasto excesivo y
tener un consumo razonable de energía.
Tendemos a sobredimensionar para solucionar problemas puntuales, lo que nos
lleva al final a pago de facturas de electricidad muy elevadas.
Importante conocer:
La potencia del termo, pues a mayor capacidad del mismo, mayor demanda de energía, lo que nos lleva a un mayor gasto. Se trata de sacar el máximo rendimientjo a nuestro dinero, por ello volvemos a insistir, que elegir la capacidad adecuada del termo es muy importante.
Conocer las características para diferenciar los termos según el modelo y las mejoras que presentan. Éstas van desde reducir el consumo a evitar ciertas averías.
Existen
en el mercado una gran variedad de modelos con diferentes características para
solucionar distintas problemáticas, como es la cal (Termos Especial Protección Cerámica), termos
con sistemas especiales de ahorro energético (Smart Control) y varios modelos
más que se adaptan a cualquier necesidad; pero los más habituarles de encontrar
en el mercado son de dos tipos:
Termos digitales: en los cuales podemos seleccionar la temperatura, programarlos e incluso seleccionar la potencia.
Termos analógicos: con termostato exterior regulable y termómetro para visualizar la temperatura.
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